Esta insana obsesión mía por guardar cosas viejas y a veces inútiles a veces tiene sus recompensas. Encontrar algo útil entre los cajones que le puede servir a una amiga. Usar trozos de cartulinas viejas para que mi hija haga un collage… Y así mil cosas que hacen que valga la pena guardar.
Pero a veces el equipaje es demasiado pesado y hay que tirar. Y en esas estoy, soltando lastre.
Pero con estas zapatillas me ha costado hacer limpieza. Pero al final lo hice, no antes de fotografiarlas y reflexionar un rato sobre esto.
Cada objeto tiene su historia, y la de estas zapatillas es una historia de carreras, columpios, caligrafías de Rubio, heridas en las rodillas y bocadillos de Nocilla.
Otro día os cuento mas historias guardadas en mis cajones, que no son pocas.
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3 Comments
cara tortuga
3 de julio de 2012 at 6:02 pmHace poco me paso con unas zapatillas parecidas, como de cuero marrón, y también tuve que hacerles una foto antes de tirarlas… Yo soy bastante Diógenes y así me va, que ya no sé dónde voy a meter tantas cosas!
Las zapatillas son muy lindas y seguro que las historias que hay detrás lo son más todavía 🙂
SIONA
4 de julio de 2012 at 6:58 amYo no las tiraba, te lo digo … Yo las ponía en un marco o algo … ¡eso es historia!
Un abrazo,
SIONA
Lina
7 de julio de 2012 at 6:03 amYo ando en pleno proceso de tirar todo lo que hace más de dos años que no uso, sobre todo porque vivo en una caja de cerillas y hay que hacer espacio para un futuro miembro de la family