Esta noche empieza la celebración de la Candelaria, o Imbolc para los paganos. Es una fiesta de mitad de invierno que invoca al sol y nos invita a desperezarnos y prepararnos para la llegada inminente de la Primavera. Es la época de la leche, de los primeros brotes y de la luz.
Limpiar la casa, llenarla de velas y encenderlas al atardecer para llamar al sol a nuestras vidas. Una especie de vigilia del buen tiempo.
Este año me ha pillado un poco liada preparando otros poyctos con fecha en el calendario y casi no me ha dado tiempo a escribir un post largo y completo con sugerencias y recetas para celebrarlo. De hecho estoy escribiendo esto mientras cae el sol, casi tres días tarde…
Pero como os contaba el otro día en mi Instagram, he conseguido celebrar en el proceso. Esto consiste en llevar mi mente este lugar de celebración, mientras preparaba las cruces de Brigid que ilustran esta entrada, fuera del calendario y del reloj. Tanto tanto que he llegado tarde para compartirlo con vosotras. Pero se que me lo vais a perdonar.
Porque hace poco me dijo una amiga bruja que las celebraciones tiene calendario, pero si se trata de eventos que tiene que ver con las estaciones y el devenir de la vida, se pueden celebrar cuando tu cuerpo te lo pide. Esto quiere decir que por mucho que el almanaque diga que mañana es 2 de febrero, tu puede llevar ya varios días sintiendo que el sol te llama. O al contrario, pasar días, e incluso semanas, antes de notar que el tiempo templa y los brotes de las hojas nuevas ya asoman.
Yo personalmente llevo una semana vigilando las yemas de mis arboles y cuidando mis plantitas que sufrieron mas en la nevada. Y ahí es donde me he dado cuenta que puedo estar mas tiempo sin jersey al aire libre. Que me estiro desperezándome al sol por las mañanas. Mi celebración de la mitad del invierno la llevo dentro hace días. Y haciendo cruces de protección y prosperidad con juncos.
Con todas as fibras naturales que tenía por casa, elegí estos juncos cogidos en el pueblo aprovecahndo las hacenderas de la linde del río. Normalmente son una especie protegida en algunas zonas (en la mía no, pero igual respeto), y nunca los habría cortado. Pero limpiaron este verano las orillas del río y dejaron mucha leña y pasto cortado en los caminos, Y pensé que un puñadito de juncos sería una buena idea para guardar y usar en artesanías de gracias.
Las dejé secar al aire libre y pasaron de un tono verde oscuro a el pálido amarillo de los mimbres. Así que tan solo he tenido que humedecerlas en agua tibia para que recuperen su flexibilidad, y luego secarlas muy bien.
Para hacer las cruces he seguido el tutorial de The House that Will que viene muy detallado y con fotos del proceso (sus cruces con juncos verdes son un sueño). Su elaboración y uso es muy antiguo y esta vinculado a la protección del hogar y la prosperidad del mismo. Y pensando en ese don, y como no podía ser de otra manera, aproveché para venirme un poco arriba y hacer un poco de telar con los juncos. Y claro, me ha gustado tanto que creo voy a seguir investigando con la cestería y la cmbianación de fibras naturales como el lino y la lana.
Así que hoy encenderemos velas, beberemos lecha caliente, trenzaremos unas pocas más de cruces de Brigid y seleccionaremos las semillas que vamos a plantar esta primavera. Y si os animáis a celebrar conmigo, os he preparado una selección de actividades para preparar tu casa y tu huerto para la estación cálida. Feliz noche de las velas y la leche:
Bombas de semillas para regalar o conservarlas hasta la primavera.
Cruces de Brigid con fibras naturales.
Receta de queso con leche fresca.
Velas decoradas con flores y hierbas.