Llevo dos semanas pensando como hacer este post, y la verdad es que me está costando. Quería ser un homenaje, una despedida, pero creo que no va ha ser así. No me quiero despedir. Solo quiero recordar. Me vais a perdonar si he tardado en escribir, pero es que me ha costado encontrar la foto que ilustra este post.
Hace dos semanas falleció mi abuela. Le costo despedirse (como a mi ahora). Aún estamos tristes, tejo poco y se me despista la memoria. Supongo que serán cosas del duelo (ya se nos pasará). Mientras tanto, mucho trabajo para distraer la mente y rutina familiar para curar el corazón.
La vamos a echar de menos (yo lo hago todo el rato). Además de ser como todas las abuelas (que cocinan cosas ricas, que te arrechuchan y llenan de besos, que se enfadan si te portas mal y que nos daban dulces), mi abuela era realmente especial. Ella nos enseñó a tejer (el punto de media se me atragantó un poco y la final nos falto tiempo para que me enseñaras ha hacer ochos…) a todas las chicas de la familia, ha coser y descoser hasta que te salía perfecto, ha usar la máquina (eso también me lo perdí un poco por ser la pequeña. Me encantaría saber hacer pachtwork como el tu hacías).
Recuerdo pasarme muchas tardes dentro del armario de la habitación donde cosía. Era un paraíso de telas de colores, de lanas, de fieltro para hacer muñecos, de bolsas llenas de relleno de cojines y cuerdas de macramé). Había cajas de lata llenas de botones y cremalleras, cajones con agujas de punto de todos los tamaños y asas para bolsos. Eso es lo que yo quiero recordar. El sonido de la máquina de coser y los alfileres prendidos en el jersey.
Quiero recordar las tardes de verano en el patio de los bisabuelos. Con todas las tías sentadas tejiendo, haciendo ganchillo y espantando las moscas. Yo pensaba que nadie tejía mas rápido que ellas, charlando sin parar y tejiendo casi sin mirar la labor.
Quiero recordad el olor a patatas fritas, a rosquillas recién hechas, a canutillos de nata….
De ella hemos heredado el gusto por las labores, por los crucigramas, por las plantas, por la cocina, por la música. Abuela, yo te quiero recordar regando las plantas de tu terraza, con los zuecos de regar y Elvis cantando de fondo. Te voy ha echar mucho de menos (en realidad ya te echo de menos).
No se lo digas a nadie, pero yo creo que mi hija se parece un poco a ti, con esa sonrisa casi sin labios y los ojos achinados. Adiós abuela, te queremos.
9 Comments
Meritxell
2 de noviembre de 2008 at 8:23 pmHola!q bonitas palabras para tu abuela seguro q dsd el cielo t estara dando la razon del parecido q tiene tu niña kon ella…y eso a recordar los buenos momentos pasados kon ella. Hace poko tb perdi a mi abuela y comprendo tus sentimientos…pero la vida sigue y hay q mirar por los q qedan…
bueno bsitos y animos
Cecilia
3 de noviembre de 2008 at 12:45 amAy, qué triste lo que te está pasando. Es verdad lo que me has dicho en algún comentario, nuestras abuelas se parecían mucho en sus actividades, y enseñanzas… me emocioné mucho con este post, te deseo que transites estos primeros tiempos en paz, adaptándote a la falta.
Te mando un saludo muy cariñoso.
Cecilia
Penélope
3 de noviembre de 2008 at 11:25 amTe habrá costado pero es muy hermoso lo que has escrito. 🙂
Africa
3 de noviembre de 2008 at 1:20 pmQué bonito niña! seguro que seguirá siempre contigo, en tus hilos, tus agujas y tus labores, mirando si realmente lo has hecho perfecto o tienes que volver a empezar…..
Bsos!
Mónica
3 de noviembre de 2008 at 2:22 pmAcho que fazes muito bem em recordá-la assim, deves reter todos os bons momentos e tudo o que dela ficou de bom, para que ela viva para sempre , feliz, no teu coração.Agora ela é um anjo para ti e para os teus, alguém de quem se lembrarão com ternura e carinho, e que ficará contigo para sempre! Aos poucos o tempo curará a tua dor e só vão ficar boas lembranças. Beijinhos querida.
Espita Gorgorita
4 de noviembre de 2008 at 8:24 amnunca se que decir en estos momentos… has hecho un post precioso y seguro que desde donde esté te mira orgullosa.
un beso
Raquel
4 de noviembre de 2008 at 9:31 pmLo siento mucho.
Espero que tu duelo no sea amargo, sino que envuelva el recuerdo de tu abuela en un montón de bonitos pensamientos e imágenes, como has hecho en tu post. Desde luego es la mejor manera de afrontarlo.
No te preocupes por descuidar tu blog, cuida tu ánimo, para seguir siendo como eres pero con las nuevas cosas que te aporta la vida. Y seguiremos aquí, aunque sólo veas unas letras en tu pantalla, dándote ánimos.
MCM
5 de noviembre de 2008 at 4:43 pmMuy bien,tu abuela se lo merecía.Yo también me acuerdo de ella.Un beso
Olivia_p
8 de noviembre de 2008 at 10:37 amte echaba de menos, me preguntaba extrañada por tu silencio, ahora lo entiendo, preciosas palabras las tuyas, vuelve cuando puedas, te leo