Después de unos meses desconectada y dehilada, me he reencontrado con las agujas. Aún no puedo mostrar nada, ya que he decidido que voy a terminar todo lo que tengo a medias antes de hacer nada nuevo.
Esto significa que tu bichito (para Mateo) va tener que esperar. Hace casi un mes que naciste , así que pasaran casi otros dos hasta que lo disfrutes de verdad. Tanto lio de cajas y ropita pequeña, cajones y calcetines, me ha traido muchos recuerdos. A falta de uno para ti, te muestro el mas bonitos para mi. En la espera de la llegada de mi Chulita, entre libros, paseos y sofá, se me ocurrió hacerle unos juguetes blanditos para que pudiera cogerlos con sus pequeñas manitas. Se supone que son dos churritos, un cubo (el verde y azul), una ensaimada loca (el que parece una diana) y un triangulo.
Le encantaron, tanto que cuendo tenía solo un mes intentaba coger la ensaimada alargando la mano (yo se la enganchaba en el toldito del cuco con un alfiler).
Se que es una tontería, pero me hace ilusión que lo primero con lo que jugó mi hija fuera algo hecho por su madre. Y además algo hecho a ganchillo. Creo que estamos criando una futura loca de lo hilos…
Esto me recuerda otra de las intenciones de este post de reencuentros. Este verano he recuperado uno de los momentos mas dulces de mi infancia (prometo foto en otro post). Casi sin quererlo, a mi madre se nos ocurrió recuperar las jornadas de labores que se hacían antes en los pueblos. (todo esto hay que ponerlo en situación, después de las fiestas patronales de nuestra otra patria, una tarde aburrida de agosto).
Las señoras ya no quieren hacer ganchillo, pero las no tan señoras estábamos locas por empezar. Eramos entre tres y cinco (yo casi la que menos, que me tocó ir y venir a currar), con la «mamma» al mando. Unas charlábamos mas que otra cosa (mi hermana y yo, que ya estamos enganchadas de sobra), pero otras aprendieron el arte de tejer con ganchillo. Tengo que decir que me siento muy orgullosa de que lo intentárais y de que os gustara. Estata empezando a sentirme un poco marciana entre mis amigas por ser la única que hacía cosas de ganchillo.
Os invito a que me mandéis fotos de vuestros progresos (via blog o por mail, que ya os lo sabéis). Casi sin quererlo, hemos fundado unas «quedadas de ganchillo», recordad, la siguiente es en el rosario.
One Comment
Jika
9 de septiembre de 2007 at 7:40 pmAquí la mamá de Mateo, que te da la bienvenida a la realidad. Molan mucho esos juguetitos made in Clarita. Mateo, que casi casi es consciente de que tiene manos, se apunta al carro y dice que vale, que espera lo que haya que esperar hasta que el suyo esté terminado. Y dice gracias, pero sin abrir las encías.
Muac, guapa, bienvenida.
PD: Ese disfraz de Leia es lo más grande que he visto en el mundo mundial de las galaxias.