Entre biberones y lanas pasan mis días últimamente. A veces me escapo y cojo un tren y desaparezco durante unas horas para hablar y enseñar mi trabajo. Y luego regreso corriendo a las lanas y los biberones de nuevo.
Yo que me las prometía feliz y desocupada en la baja de maternidad, esto esta siendo más que una baja un estudiar para oposiciones.
Y no me quejo de verdad, es sólo que hay dias que el metro cuadrado se me queda chico.