Después de ver los ingredientes que teníamos en casa, decidí hacer uno de lavanda con esencia natural y flores de lavanda secas del jardín. El otro jabón es de glicerina con propóleos y piel de naranja.
Para hacerlos tan solo necesitas rayar bien las pastillas de jabón y ponerlas a derretir al baño maría. Es importante no mezclar tipos de jabón porque los de glicerina se derriten antes que los blancos, por eso los de lavanda los hicimos con pastillas viejas y restos de jaboncillos de hotel (si lo reconozco, soy la loca que colecciona pastillas en los viajes y luego nunca los usa….).
Cuando se derriten, se retiran del fuego y se les echa la esencia cuando empiezan a tibiar y se vierte sobre los moldes. He usado las bandejas de hacer magdalenas con el fondo forrado de flores de lavanda. Si le echas un poquito de aceite con un pulverizador se desmoldan mucho mejor. También puedes usar envases viejos de plástico o moldes de silicona, que son más fáciles de despegar.
Recuerda limpiar bien los utensilios de cocina antes y después de usarlos, ¡no sea que te salga la sopa con espuma! Nosotros tenemos cazos y cucharas viejas reservadas para las manualidades (cuando teñimos o hacemos experimentos), pero si los limpias bien, puedes usar los que tengas en casa.
Para el jabón de naranja usé jabón de glicerina de dos colores, y unas gotas de propóleos natural y rajadura de naranja. Tengo que reconocer que la textura y el color de los jabones es un poco salvaje, pero el aroma y el tacto que dejan en las manos es maravilloso.
Si te animas a hacerlos tu en casa, recuerda que los peques te pueden ayudar en el rayado, pero hay que tener cuidado en el proceso de calentamiento. Y después, en el de empaquetado y etiquetado. Nosotros usamos materiales sencillos como papel de hornear y cuerda, pero podéis usar papeles de envolver vistosos y cintas, y poner una nota con dedicatoria incluida.
Nosotros este año vamos a regalar jabones por San Valentín a nuestros eres queridos. Y recuerda etiquetarlos bien y poner la fecha de realización, ya que tiene esencias naturales que no duran eternamente (aproximadamente dos meses para que empiecen a perder propiedades y aroma)
3 Comments
Esther Carrero
11 de febrero de 2016 at 10:57 amMe encantan,qué buena idea. Parece que los estuviera oliendo.
Beatriz Arbona
11 de febrero de 2016 at 11:35 amHola, Clara
Justo estoy en plena iniciación en el mundo de los jabones, llevaba muchos años con las ganas y la verdad es que engancha. Hice una prueba con sosa y aceite de oliva en vez de con pastillas de jabón. En mi caso tuve que dejar los jabones en reposo un mes para que saponificaran. ¿Con jabones reciclados no es necesario esperar?
Muchas gracias por el post, menuda pinta tienen tus jabones!
paseandohilos
11 de febrero de 2016 at 12:37 pmBea, con los jabones reciclados no hace falta porque tan solo les están cambiando la forma. Son menos estables que los haceos en proceso, pero más fáciles para aprender. Mi siguiente paso es hacerlos con todo el proceso, a ver si me salen!