Un post muy cortito para que sepan que sigo viva. Una serie de catastróficas desdichas puebla mi horizonte en el último mes, y parece que cuesta que salga el sol. Una inundación en casa, una gastroenteritis recurrente (supongo que los nervios de la inundación se han instalado en mi estómago), un cambio significativo en el equipo de trabajo (un reajuste de personal bastante inoportuno) y una cuesta de Enero que parece el Everest, estan acabando con mis energías. O al menos con mi tiempo.
De la primera catástrofe solo os contare (por que hay mucho que contar, pero no quiero parecer llorica) que la mitad de mi arsenal de lana se ha empapado, junto con casi todas mis telas y una alfombra que posteriormente se congeló en la terraza y parecía un polo de alfombra. Las lanas parece que se han recuperado bien, menos un par de ovillos buenos de lana virgen que se han afieltrado ellos solitos, espontáneamente.
Pero bueno, el agua se seca, aunque tarda…
Las telas han pasado encima de los radiadores casi dos semanas hasta que he conseguido que se sequen todas.
Pero no todos son desgracias. Este incidente me ha hecho pensar mucho en mi vida y en como quiero que sea esa vida con respecto a lo material. Durante muchos años he acumulado lanas, telas, utensilios, papel, hilos, cuadros … y un sinfín de material relacionado con mi trabajo y con el craft. Y en un accidente como este, todo se puede ir al garete y dejarte como estabas al principio. Por suerte no a habido muchos desperfectos, pero podía haber sido peor. Estos días de recoger y secar, he pensado mucho sobre ello y he tomado una decisión.
Voy a usar todo lo que tengo y le voy a dar salida. Se acabó guardar telas para hacerme cosas que luego nunca hago. O comprar lana que está baratita para luego no usarla. O peor, gastarme una pasta en unos pocos ovillos buenos (como hice en NY, que me volví loca en Purl Soho y luego no he usado las lanas aún…) y no atreverme a usarlos.
Esto se traduce en que voy a montar un experimento de tienda online. Voy a empezar con cosas pequeñas, de edición limitada, con precios asequibles y diseños exclusivamente míos.
Es una idea que todavía se está gestando en mi cabeza, pero que creo saldrá bien. Voy a usar mis arsenales para hacer cosas bonitas y venderlas.
Y otra de las novedades es que tanto el blog como esta tiendita van a tener un diseño nuevo. Es algo que llevaba tiempo pensando hacer, pero entre que no soy muy amiga de HTML y que ya se sabe aquello de en casa del herrero … , pues no he tenido ni un rato en ponerme a pensar en el diseño. He ojeado blogs y webs que me encantan pero no termino de decidirme como quiero que sea. Se admiten sugerencias y consejos, que creo que me he metido en un jardín…
En fin que el mundo es para los valientes, y después de sacar una conclusión tan positiva de estas desgracias, (y de sobrevivir a ellas ) creo que me he ganado el calificativo de valiente. Ya veremos en que queda todo.
4 Comments
Miwako chan
6 de febrero de 2011 at 12:24 pmUf!!! en cierto modo me alegro de que esas fuesen las únicas perdidas (dentro de lo malo).
Mucha suerte y muchos animos con el nuevo proyecto!! Seguro que triunfa un montón!! ^_^
Patricia
6 de febrero de 2011 at 1:42 pmánimo, espero que se seque todo prontito…así es como hay que tomarse las cosas, hay que darle la vuelta, porque este camino está lleno de tropiezos : )
panteranaranja
7 de febrero de 2011 at 9:14 amHola,
A pesar de los inconvenientes , me alegro un montón que hayas vuelto y tu visión positiva de los hechos.
Yo también tengo muchos apegos a mis lanas y a mis telas, son tesoros para mí…
Haciendo un ejercicio de revisión personal con tu experiencia, también llego a la conclusión que hay que ir más ligera y estar preparado para soltarlo todo.
Al final no es tan importante como que tú estés bien y todo esto sea para aprender.
un beso enorme y me encanta tu blog
Olivia_p
7 de febrero de 2011 at 3:41 pmvaya, vaya, pues al final veo que sales de esta con muchísima más energía, y encima malita, un beso grande, si me tocara el sueldito para toda la vida o un euromillones me pondría ya sabes con qué, por cierto que esta semana me tocaron diez euritos, no está mal gastando dos, : )