Quedarse en casa (otra vez)

Quedarse en casa es quizá la declaración de intenciones más sensata en esta época. Este post se empezó a escribir en abril del 2020. Y ha sufrido una serie de catastróficas desdichas que lo ha hecho casi un superviviente de esta pandemia. Quedarse en casa, otra vez, casi sin haber salido mucho desde la primera vez. Quedarse obligada o voluntariamente, pero siempre de manera consciente y responsable.

No voy a relatar todo lo que ha pasado desde que empezó esta pandemia porque en realidad creo que no le interesa a nadie. Demasiado tenemos cada uno en nuestras vidas, ciudades y países como para añadir más drama a la cosa. Tan solo quería hacer un post de vuelta dando lo único casi que se hacer: compartir recetas, patrones, trucos de casa y recomendaciones de libros.

Té caliente

Todas las grandes historias se gestaron delante de un té caliente. Bueno, esto es totalmente de mi invención, pero como frase inicial mola. Es, para mi, el mejor plan para pararse a pensar y tomar decisiones difíciles, reflexionar o simplemente relajarme.

Y en estos tiempos esto lo tenemos que hacer c¡casi varias veces al día. Tomas decisiones sobre que mascarilla llevar, si dejar a los niños o no al comedor del colegio, si desinfectar la suela de los zapatos al llegar de la calle o si pedir un aplazamiento de la hipoteca. Miles de decisiones difíciles que se nos plantean cada día. Y yo prefiero tomarlas con una buena taza de té o infusión (por aquello de los nervios) delante.

Y en una de esas «tazas de decisión» nació el germen de este DIY. Una bolsita de té de tela, reutilizable, ecológica y de algodón recuperado. Me niego a tirar los recortes de tela cuando coso, los tengo en una caja cerca de la maquina de coser. Y siempre busco maneras de usarlos. Así que vamos a usar un trocito de tela cruda, pero yo os animo a usar la que querías siempre que los tintes de la misma no sean tóxicos.

Vamos a necesitar:

Tela de algodón lavada
aguja de coser
Hilo de algodón de costura
Dos botón
Cordón fino de algodón o lino

Empezamos cortando rectángulos de 20 x 6 cm y cosiendo el dobladillo de los extremos más cortos.

También vamos a cortar un trocito de cordón de unos 25 cm y lo vamos a anudar al botón como se ve en la imagen.

Vamos a enrollar un poco el cordón con el botón y lo colocamos en el trocito de tela con los dobladillos para entro. Plegamos la tela, dejando el botón dentro y con un rabito de los cordones por fuera. Esto lo coseremos y así el cordón no se soltará.

El pliegue del sobrecito lo hacemos primero con la parte superior a 5 cm del borde y luego la inferior a 7 cm del borde. Cosemos los laterales y a continuación le damos la vuelta por la ranura que queda. Y ya tenemos una bolsita de té con solapa.

Ya puedes meter dentro el té o hierbas que quieras tomar. Estas bolsitas de té son perfectas para preparar e el momento, pero si quieres dejarlas hechas, acuérdate de meterlas ya rellenas en una lata hermética para que el té no pierda aroma ni se seque en exceso.

Añade agua caliente a tu saquito de té y déjalo reposar un rato. Y disfruta de tu taza de infusión favorita. Y para limpiar las bolsitas, tan solo tienes que darle la vuelta cuando ya esté fría, vaciarle las hojas y lavar con agua y tenderlas al sol.

Al cabo de varias veces puedes hacerles un lavado con jabón neutro, pero recuerda enjuagar muy bien para que no quede nada de jabón. A mi me gusta ver como la tela se va tiñendo con las hojas del té de desayuno y ya casi no son blancas.

Este proyecto es perfecto para los preocupados por el medio ambiente y los residuos que generamos, pero no tienes porque hacerte todas las infusiones con estas bolsitas. Yo os lo propongo como un pequeño ritual del té, usando tu infusión favorita, para momentos especiales (no solo los de toma de decisiones), para compartir un té con esa amiga que tanto echas de menos y que por videollamada de whatsapp os ponéis al día. O para el momento tan esperado de té con lana con bolsitas cosidas por ti.

Tejer calabazas de otoño

Y como patrón de tejido os propongo estas calabazas de otoño. Hay para todos los gustos y tamaños, de punto a dos agujas y de ganchillo. Mi propuesta este año es en colores neutros, para darle un toque mas elegante. Las puedes usar para decorar tu casa, ara la celebración de Todos los Santos, Halloween o simplemente darle un toque de lana a tu casa. Los rabitos están hechos con ramitas de mi ciruelo del pueblo, pero puedes sustituirlos por ramitas de canela o piezas tejidas si quieres usarlos como cojines (¡nadie quiere que te los claves el el culete!)

Os he dejado el patrón completo de las tres calabazas y un extra muy sabroso en la página de patrones. Pincha aquí y te lleva a la sección. Seguro que encuentras alguna sugerencia de tejido que te atraiga.

Reconquistar tu espacio

Otra de las cosas que nos a traído en la familia el estar mas en casa es la de la reconquista del espacio. Yo personalmente soy muy casera, muy de habitar donde vivo, pero en general esta vida loca nos lleva a usar el porque espacio que tenemos de manera desordenada y a veces un poco descuidada.

Así que con tanto tiempo por delante en decidí, allá para abril que era un buen momento para colgar las fotos que tenía metidos en una caja bajo la cama cuando nos mudamos hace 15 años a esta casa, de quitar las cortinas y dejar entrar la luz y de conquistar mis pareces.

Por suerte, unos días antes de decretarse la pandemia de COVID en el mundo, los chicos de Posterlounge me regalaron un vale para encargar laminas en su tienda. Y os aseguro que fue difícil decidirme por todas las opciones que tienen. Laminas de autor, láminas decorativas con lettering, soportes de lienzo, de metacrilato o de madera… Una variedad muy tentadora la verdad.

Así que imaginad mi elección, unas preciosas laminas con bocetos de Gustav Klimt, árboles y escenas de naturaleza sobre madera. La técnica de impresión que usas para madera tiene una calidad muy buena y respeta la veta de la madera, dándole a la obra original un acabado muy cálido.

Las hemos combinado con algunos dibujos de los niños enmarcados, con recuerdos olvidados en un cajón y con piezas bordas a mano por mi. El resultado es muy acogedor y me genera una sensación de pertenencia y hogar que creía había perdido.

No dudéis en daros una vuelta por la web de Posterlounge para elegir láminas o cuadros, sobre todo ahora que llega la navidad y empezamos a pensar en regalitos. Yo encargué esta maravilla de retrato de Margaret Stonborough-Wittgenstein pintado por Gustav Klimt en 1905 para el cumpleaños de mi madre, que después de tantos meses sin reunirnos imaginad la emoción de dárselo (y de verla).

Leer

Y si, siempre leer, y volver a las paginas de un libro que siempre es casa.

Estos meses, además de echar mucho de menos a todo el mundo, de tener días un poco angustiosos, de tener hasta miedo, coger un libro y meterme en la lectura me ha salvado un poco de la locura. Y del insomnio.

Aunque reconozco que han caído unos cuantos libros de «no pensar» y de retomar lecturas a medias, quería recomendaros tres libros a los que siempre se puede volver.

El primero es el «Tierra de Mujeres » de María Sánchez, @mmercromina e IG . Un libro para reflexionar y acercarnos al mundo rural visto desde el punto de vista de las mujeres. Es un libro lleno de imágenes nada alejadas del ideal campestre de las películas, con mujeres que trabajan en casa, en el corral y que hacen del cuidado una seña de identidad.

La prosa de María es reflexiva y a veces una bofetada en la cara de los urbanitas, pero cuenta con tanto sentimiento desde las entrañas sus vivencias en el huerto familiar que te sientes identificada. Sobre todo si tienes pueblo y has visto y vivido algo mas que veranos de río y frontón.

Aqui la ficha del libro

El otro libro que os traigo ya lo conocemos, es el «Tejiendo Salud» de Betsan Corkhill, editado por la Asociación de labores solidarias IAIA, traducido por Danielle Durden y diseñado por mi.

Es un libro-manual lleno de consejos y recomendaciones para usar el tejido en procesos de curación. La autora, fisioterapeuta de profesión, nos muestra en este libro parte de su tesis doctoral sobre la terapia ocupacional a través del tejido. Es un libro creado, traducido y diseñado ara ser útil, para acompañarte en tu proceso y para acercarte un poco mas a los beneficios físicos y emocionales del textil (aquí os contaba hace años ya alguna cosita)

Aquí podéis leer un poco más sobre el proceso de diseño de este libros. En el os cuento detalles de como el diseño se pone a la disposición del lector y a través de un formato muy concreto puede ayudar a la lectura pero también a la comprensión y resultar útil.

Y aquí la ficha de Tejiendo Salud.

Y para terminar, el «La bruja Verde», una guía completa de magia natural y botánica. Si, ya se que esto suena un poco magufo, pero dejarme explicar esta elección.

Es sabido de mi obsesión por la naturaleza, por la comunicación con el cuerpo y el entorno y con la esencia femenina. No es magia, tampoco es ciencia, es algo más intuitivo y espiritual para mi. Y este libro, recomendado por una amiga bruja (si, bruja, sin ninguna connotación negativa del término) ha resultado ser un manual de autoconocimiento y de botánica del auto cuidado muy útil.

Quitándole toda la parte de rituales, de religiosidad y de misticismos (como cuando vas a clase de yoga, y te hace mucho bien, pero no te gusta mucho la parte más espiritual pero tampoco te molesta, como ejemplo) he aprendido mucho sobre plantas, sus propiedades y sobre todo, a encontrar consuelo y remedios en sus páginas.

Os dejo aquí la ficha del libro «La Bruja Verde»

Hasta aquí llega este reencuentro, este quedarse en casa. Os leo en comentarios, en redes sociales o en las hojas del té. Gracias por leerme y acompañarme este ratito de domingo. Buena y sana semana.

* Este post tiene contenido patrocinado (de pago o de intercambio), enlaces a proveedores o colaboradores que reporte beneficios a la autora del blog. *

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