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Tomen asiento


Le invito a sentarse un rato, a ver la vida pasar y a disfrutar del solecito que hace estos días de primavera.

Y para ello , nada mejor que tener un cojín bien mullidito de ganchillo debajo de las posaderas. Este es el cojín de mi pequeña, para su silla de Ikea favorita. Es un cojín reversible para poder cambiar el diseño cuando le apetezca. De ganchillo por un lado y de tela estampada por el otro. Para hacérselo elegí colores azules, que son sus favoritos, y rojo y rosa, para contrastar un poco. Un cuadro granny gigante de 1 cm mas grande que la medida del asiento de la silla, tejido con algodón.
Os dejo un paso a paso de como lo hice:
Lo primero que se necesita es, además de hacer el granny gigante, un trozo de goma espuma del tamaño del asiento, tela para forrar el granny, tela bonita para la otra cara del cojín, dos cintas de unos 30 cm de largo, tijeras, alfileres, aguja e hilo.

Una vez que el granny está terminado, se moja y se estira en una goma con alfileres. Yo uso una loseta del suelo de la habitación de mi hija. Cuando se lo tomo prestado me pone mala cara, pero como el cojín era para su habitación, pues esta vez no dijo nada. ♥

Una vez ya seco y estiradito, se forra con una tela lisa y sencilla, para evitar que se vea la goma espuma por los agujeros del tejido, una vez montado.
A continuación se forra la goma espuma con la tela chula que hemos elegido. Yo use esta tela de caritas de niños que me gusta tanto. Además es en tonos azules muy parecidos a los del tejido. Y se cosen las esquinas para que no se escape la tela.
Así de bonito queda por el otro lado!
Ahora se coloca el cuadro tejido y forrado sobre el cojín y se comprueba como queda. Se sujeta con alfileres todo el perímetro.
Antes de coser las dos partes, en las esquinas se colocan las dos cintas dobladas, de tal manera que quedan dos cabos sueltos para poder anudar al respaldo de la silla.
Una vez que todo está en su sitio, se cose con puntadas escondidas. El cuadro tejido, al tener mas diámetro que el cojín, arropa este. De tal manera que no se vea la tela de abajo.
Así obtenemos dos cojines en uno.

La pequeña Chula está tan feliz con su silla que la usa para todo, y ella misma le da la vuelta al cojín cuando quiere cambiar la decoración de su cuarto.
Espero que os haya gustado. Yo ya estoy pensando cual es el siguiente cojín que reciclo con esta técnica….

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