Cuaderno de Invierno para una Navidad más consciente

Hola amigas. Un año más llega esa época mágica del año que llenamos de luces y de celebraciones para iluminar el mundo. El inicio del invierno, el solsticio y la Navidad se juntan para recordarnos qué, aunque el mundo está sumido en la oscuridad, la luz poco a poco crece para traer la vida de nuevo.  Y como cada año, para las lectoras fieles, el tradicional Cuaderno de Navidad este año de llamará de Invierno.

Me gusta la Navidad, me ha gustado siempre. Con recuerdos de infancia preciosos, con ilusión y con la sensación de estrenar algo nuevo, lleno de posibilidades. Pero también soy consciente que no todas hemos tenido la suerte de tener buenos recuerdos. Por eso creo que la melancolía o la tristeza se pueden colar por las rendijas estos días. Y, por si no lo sabéis, no siempre tiene que ver con las vivencias, las perdidas o las ausencias.

Es la naturaleza que nos dice que paremos el ritmo, que hibernemos y recuperemos fuerzas. ¿A que suena raro decir esto en plena vorágine de arboles de Navidad, turrones, comparas y cotillones? Pues ese es el sentir de este cuaderno. El buscar un reducto de paz, descanso y cuidado (extensible a los demás) pero sobre todo para nosotras, que sustentamos en gran medida al entorno.

[Permitidme hablar en plural, porque incluir todas las realidades y todas las vivencias es casi imposible, pero hago un esfuerzo por hacerlo y participar de ello con vosotras].

Por eso el cuaderno este año quería que fuera de otra manera. Un regalo de mi para nosotras con reflexiones, propuestas y actividades que nos hagan reconectar con nuestro cuerpo, con nuestro sentir y con la estación.

No hace falta empezar o terminar las propuestas. Ni siquiera es necesario leerlo ahora. No tiene índice ni fecha de caducidad. Es un cuaderno para los meses de invierno y que llega a nosotras en el Solsticio para atraer la luz y el descanso a nuestro ser.

Espero que os guste y lo disfrutéis como os merecéis.

¡Os abrazo y feliz Solsticio de Invierno!