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Receta de mermelada amarga de mandarinas y jengibre

Apurando las ultimas mandarinas de la temporada, he preparado una mermelada ligeramente amarga y picante de mandarina y jengibre. La mermelada de mandarina es una de las mas fáciles de hacer porque requiere pocos conocimientos de cocina y con poca cantidad de materia prima sale mucha cantidad de mermelada.

Para hacer esta receta he usado:
1 kg de mandarinas pequeñas, (hay que pelarlas antes de pesarlas)
500 gr de azúcar blanco (se puede hacer con azúcar moreno, pero entonces hay que poner menos cantidad, como unos 400 gr y además el color resultante es mas oscuro, no tan naranja)
Tres rodajas de jengibre fresco
La rayadura de piel de mandarina (con media tenemos de sobra que no queremos que sea muy fuerte)
Un limón

y la receta es:

1 – mezclamos todo en la olla que vamos a usar para cocer la mermelada. No debe cubrir mas que la mitad de su altura porque las mermeladas suben mucho cuando cuecen (la de mandarina menos pero la de fresa sube incluso mas) por la mezcla de almidón y azúcar de la fruta.
Con la ayuda de un aplastador (se puede usar también un cazo grande o un cucharón) aplastamos un poco las mandarinas para que suelten jugo y se mezclen mas rápidamente. Esta acción la haremos de vez en cuando a lo largo de la cocción.





2 – A continuación ponemos la olla en el fuego bajo y esperamos a que cueza al menos media hora, removiendo y a plasmando de vez en cuando.  En este momento exprimimos un limón sobre la mezcla ya que su ácido potencia el sabor. No os preocupéis de las pepitas que caigan porque luego las quitaremos junto con las de la mandarina.

3 – Cuando el caldo de la cocción empiece a espesar, comprobamos el sabor con mucho cuidado de no quemarnos. Si la mezcla es demasiado amarga añadiremos un poco de azúcar.

4 – Retiramos del fuego y con ayuda de un colador y el mango de un mortero, colamos al menos dos tercios de la pulpa. A mi me gusta dejarle un poco de pulpa para luego batir y dejar la textura mas consistente. Si queréis dejarle toda, tened en cuanta que el jengibre hay que retirarlo porque sigue actuando sobre la mermelada e intensifica si sabor con el tiempo.
Si por el contrario le quitáis toda y colamos el liquido, el resultado será un jarabe de mandarina que al enfriarse espesará un poco, pero nunca será del todo solido.

5 – Con mi tercio de pulpa, el jengibre y las pepitas retiradas, paso la batidora por la mezcla y dejamos enfriar en los botes donde haremos la conserva. Sin hacerle nada a los botes, la mermelada nos durará tres meses fuera de la nevera en un lugar seco y oscuro, pero es conveniente hacer la conserva por esterilización si queremos guardar mas tiempo.
A mi me salieron dos botes de 200 ml y uno de 250 ml, los dos pequeños para regalar, así que esta vez no haré la esterilización.

6 – Se llenan los botes dejando un centímetro sin llenar. Dejamos enfriar un poco para colocar las tapas y dejamos enfriar del todo con el boca abajo. Una vez abierta hay que conservar en la nevera. Ya solo queda decorar los tarros con cubre tapas bonitos y hacer una etiqueta con la fecha de realización para acordarnos de la caducidad.

Y ya solo nos queda hacer unas buenas tostadas para degustar nuestra mermelada.

Y como extra: Si queréis hacer la mermelada mas suave, basta con no ponerle la ralladura de la cascara ni el jengibre. Las mismas cantidades de azúcar y de tiempo de cocción.
¡Buenas mermeladas y buen provecho!

Para esta receta he tenido un buen ayudante, que se comí las mandarinas según olas pelaba jijijiji!!

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